miércoles, 13 de junio de 2012

PROCESO DE REALIZACIÓN: 1º PROYECTO

En clase me centré en el cuerpo de la mujer, ya que tenía pocos días más para trabajar ese cuadro allí, pues tenia que empezar otro.
Las primeras manchas las dí muy oscuras para mi gusto, con muchos ocres, por lo que me dispuse, posteriormente, a sacar las luces con gran cantidad de amarillos, naranjas, rosas, aprovechando los ocres anteriores para las sombras.
Me centré en el cuerpo, dejando la cara parada (básicamente con la primera mancha, aunque había intentado modelarla), pues no tenía claro como la quería hacer, me daba miedo ya que nunca había pintado una cara, algo de lo que me arrepentí, pues me resultó muy difícil, al cabo del tiempo, sacar los mismos colores y tratarla de la misma manera que al cuerpo.
Al mismo tiempo que trabajaba el cuerpo, pintaba el sillón barroco sobre el que se apoyaba, pues quería que fuese una unidad. Para éste utilicé tanto temple como acuarela para conseguir el resultado que buscaba.
El cuadro de la pared, que sería como una ilustración de moda, había pensado realizarlo con acuarela, por tratarlo como una ilustración y a la misma vez, porque quería que conforme entraras en el cuadro, y te alejaras dentro de la perspectiva, todo estuviese más confuso, más aguado, sin embargo, cambié de opinión, ya que la acuarela sobre el bastidor imprimado no quedaba como yo quería, se perdía mucho el color, por lo que también lo hice con temple al huevo.
Teniendo prácticamente todas las zonas más importantes del cuadro avanzadas me dispuse, con grises coloreados de temple muy licuado, a manchar la pared y la perspectiva del pasillo.
Después con temple y tempera negra pinte los azulejos del suelo, ayudándome con la cinta de carrocero.















Llegado a éste punto, me tire unas semanas sin trabajarlo por falta de tiempo para otras asignaturas, pues ya  me lo había llegado a casa.
Cuando me volví a poner, me centré en la cara y las manos. Antes no me había basado en ninguna cara conocida, por lo que cogí una fotografía de mi madre para trabajar con mas seguridad, pero fue un error, pues no conseguía el resultado que buscaba, y, además, no conseguía el color y el tratamiento del resto del cuerpo.
Después de hacer y borrar la cara unas cuantas veces, pensé en empezar de cero, incluso un nuevo cuadro, estaba muy manchada, por lo que la dejé unos días, tenia que descansar de ella y pensar como lo podía solucionar, y pasé a pintar las manos y matizar el suelo (con espátula).
Cuando volví a trabajar sobre la cara, tenía mucho miedo, dejé la foto de lado, y empecé a manchar de cero hasta que conseguí un resultado acertado; la cara estaba ahí y los rasgos eran una simple mancha, no estaban acabados, tenían el mismo tratamiento que el cuerpo.







Terminé los últimos detalles y lo llevé a la entrega de la asignatura, y me comentó el profesor que tenía que arreglar un par de cosillas, las rodillas y las manos, por lo que me volví a llevar el cuadro a casa y lo solucioné de la mejor manera. Alargué una pierna, pinté la postura de la otra pierna mejor, y las manos las borré y las pinté desde cero, fijándome en una foto que me hice de mis manos con las misma postura










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