Primer proyecto

Para el primer proyecto de cuadro tuve que basarme en la pose de los modelos de clase para posteriormente integrarlos en una composición con un ambiente inventado.

Para ello seguí un proceso de investigación de los propios modelos a nivel de línea y a nivel de mancha, luces y sombras.

En los primeros tres días me dediqué a hacer bocetos de línea, sobre todo a lápiz, estudiando la postura de los tres modelos a partir de varias perspectivas.

A partir del cuarto día empecé a investigar las luces de los dos modelos sobre los que tenía más claro que iba a plasmar en el proyecto. También seguí realizando bocetos de línea de distintos puntos de vista y de detalles que me parecían interesantes. Desde un principio no me basé exclusivamente en la mancha, sino que mis estudios fueron evolucionando desde la línea sola hasta la mancha a través de pasos intermedios que incluían ambas formas de trabajo. Para éstos utilicé distintos materiales como, lápices de colores, pasteles, ceras, rotuladores, bolígrafos, tintas, acuarelas…

Una vez terminado el proceso de investigación, tuve que pensar cómo iba a ambientar el resto del espacio integrando al modelo, proceso que más me costó, ya que quería llevarlo a mi terrero, a mis gustos, sin hacer algo típico y vacio de significado. Para ello miré algunos libros de ilustración, diseño de moda, de abstracción,  la obra de los grandes y clásicos pintores, y de autores actuales, pues me interesaba la forma de tratar la figura humana, los rostros y los espacios.

Realicé varias composiciones, las cuales, una vez que tenía la idea, buscaba los elementos en libros y en internet para hacerlas con el photoshop y así comprobar si la idea era correcta. Me interesa mucho el mundo de la abstracción, por lo que empecé a estudiar la manera de llevar la figura humana y el resto de elementos a esa técnica, pero no llevaba a plasmar lo que quería, por lo que pensé en hacer al modelo figurativo dentro de una composición abstracta, algo que en los bocetos tampoco me convencía, así que dejé la abstracción de lado. Después se me ocurrió una composición que me gustaba bastante, pues estaba llena de significado, de símbolos. Quería realizar a la figura del hombre cruzado de brazos en el centro con una bombilla o una bola del mundo sobre su cabeza. El agua de la tierra caería sobre su cabeza, y a su alrededor habría una composición en la que reflejara tanto los pensamientos del hombre, como elementos simbólicos de distintas culturas y países. Al comentarlo con el profesor, me dijo que era un trabajo muy laborioso, pues para que se entendiera tenía que estar tratado como una fotografía, de forma hiperrealista, después de haber estudiando la caída del agua sobre una cabeza. Esta idea, a pesar de gustarme, la tuve que abandonar, pues nunca había trabajado en pintura la figura humana, y menos de forma totalmente realista, por lo que no podía comprometerme con unos objetivos que no sabía si iba a poder conseguir.

Fue a partir de ahí cuando pensé en integrar al modelo en un ambiente realizado como las ilustraciones de diseño de moda, tema que siempre he tenido muy presente en mi vida. Por ello hice varias composiciones con ideas distintas, de las cuales, hablándolo con el profesor, elegí una modificando algunos elementos.